Érase un día cualquiera
cuando el mundo se acercó a mí.
Me llamó.
Me gritó.
Me avisó.
Giró a toda velocidad
como un día cualquiera.
También sopló,
Silbó
Y mi falda aprovechó para levantar el vuelo.
Giraste la cabeza.
Juani Lombardo González
29/07/2014
¿Y te miró de frente?
ResponderEliminarBesos poeta.
La venida a la adolescencia, a darse cuenta de que existes, o a la vida (puede ser una metáfora). Muy sutil y con programa hacia adelante. Me gusta.
ResponderEliminarMuchas gracias, San y César. Ya estoy aprendiendo esto de responder a los comentarios.
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